La Ablación Genital Femenina

Fuente: Imagen referencial de como en culturas africanas se utiliza navajas sin esterilizar para realizar las mutilaciones. Tomado de Euronews.

Los instrumentos internacionales como la OMS analizan las circunstancias y repercusiones de la ablación femenina. La ablación es un procedimiento, no médico, que consiste en la extirpación parcial o completa de un genital femenino por el simple hecho de ser una mujer (OMS, 2020).  Las MGF (Mutilaciones genitales femeninas) se practican por lo general dentro de países africanos y son, en su mayoría realizadas a niñas y madres adolescentes. Sin embargo, esta práctica interroga una problemática mundial y manifiesta la existencia de la sociedad patriarcal en el mundo.  

 

Esta práctica resulta ser una contrariedad mundial porque contribuye a la discriminación de la mujer. La MGF exhorta la creencia de la región africana en cuanto a la pureza. Por lo general, esta es una manera de cerciorarse que una mujer no sea vista como una promiscua al sentir placer (Rebollo, 2018). Estos retrocesos culturales que también son parte de una afectación de derechos humanos, son por los cuales la mujer sigue viviendo en la idea de la realidad social que le tocó. La parte de la discriminación radica en los hechos de la misma extirpación que juega el rol de la separación del hombre y su supremacía, para esto la mujer actúa como único recurso de procreación sin tomar en cuenta su placer (Gárces, 2023). Aunque las ideas no sean las mismas en el ámbito moral, alrededor del mundo es muy cierto que se sigue discriminando a la mujer por sentir placer. 

 

Las principales causas ideológicas de la MGF se fundamentan en las condiciones sociológicas y muchas veces se justifican tras las tradiciones. Para las culturas africanas la mutilación de genitales en las mujeres es la clara representación de su paso a la vida de adultez. Además, es también parte de su plenitud de vida para que de esta manera logren conseguir un marido que cumpla con su función principal de mujer, y la idea de la realización femenina en culturas patriarcales (Ontiveros, 2019).  Dentro de esta práctica también hay una presión de participación “libre”, porque desde la palabra presión sabemos que se habla de persecuciones. Es por esto que la misma práctica ha prevalecido durante milenios, porque la ideología de la nación o naciones que la practican ejercen brutalidad dentro de la misma ejecución (Unicef, 2020).  

 

La ablación de genitales es un procedimiento sumamente doloroso, y no está impartido desde una razón médica en concreto, como se ha dicho con anterioridad. Es por esto que se define como un procedimiento con repercusiones en la vida de una mujer. El perpetrar esta práctica en el cuerpo femenino crea una inseguridad de salud bastante grande. Al generarse estas complicaciones, por lo general se busca una solución de tratamiento con el objetivo del saneamiento. Es decir, además de ser un problema en la seguridad de la salud de una mujer también se agrega la migración por necesidad de establecimientos que no vayan a repercutir más de lo que ya lo hicieron en su salud física (Rebollo, 2018). El acceso de una mujer a una salud de calidad que ayude con estos casos, es un derecho, sin embargo, si se frenan estas prácticas se ayudaría de manera progresiva a la sociedad.  

 

La noción de una mutilación de genitales es un tema de gran enganche social porque vincula fundamentos como la economía de la migración, la seguridad de salud pública y el acceso a la misma, pero el punto más importante es la privación de derechos reglamentarios a mujeres. La ablación femenina siempre será parte constituyente de las ideologías patriarcales preexistentes en África, pero no por eso está justificada. Los casos de MGF antes no eran muy llamativos porque no había una construcción en su contra; pero ahora, las mismas mujeres son las que están llamando a que se realicen los análisis para que así puedan acceder de mejor manera a sus derechos. Pero, ¿Por qué se produce este cambio de principios en las mujeres que pasan por esto?  

 

Desde la antigüedad, y no solo dentro de las ideologías de este continente, la mujer ha sido denominada como una única instancia, de alguien sin su propia autonomía de decisión; sin embargo, esta idea no puede estar más errónea (Oumar, 2021). La mujer pese a su casi nulo reconocimiento dentro del continente muchas veces ha sido un exponente de economía porque en algunas zonas de África consiguen serlo con agricultura que impulsa la economía circular. Desde este punto de vista, se afirma que la mujer es una desarrolladora de la soberanía de los países. Aquí la problemática, la conjunción de conceptos patriarcales, y las prácticas de la ablación, continúan limitando a la mujer a no regirse por ella misma y verse en la obligación de mantenerse a la sombra de los hombres (Edeso, 2022).  

 

Podemos sustentar que, la mujer en esta región es observada como un recurso de procreación y crianza. Como partida, tenemos los datos estadísticos de la Revista de Análisis de Institutos Sociales y de Género en África, que indica que en el año 2021 la población en un casi 60% demostró estar de acuerdo en que la mujer sirve para la crianza de los niños y tareas domésticas (Edeso, 2022). Probando el punto de que la Mutilación Genital Femenina se adjunta a la noción de la procreación. Identificando que la mujer cumple con el trabajo no remunerado del hogar, aunque en 2018 se comprobó que la mujer tiene cuatro veces más trabajo que los hombres solo en las tareas del hogar (Edeso, 2022).  

 

Como se había mencionado antes, en el contexto de la MGF, la mujer es prescriptora de la expansión de la cultura, más no un status fundamental de desarrollo. Incluso dentro de la misma cultura la ablación es llamada “Curación”. Porque se asimila el placer como un defecto o una enfermedad. Si bien es un principio cultural, esto solo marca el inicio de la discriminación de la mujer cuando tiene un clítoris considerado de mayor tamaño que el normal. Se reconoce como enfermedad, por el constante miedo de que el clítoris pueda llegar a parecerse a un pene, proporcionando el mismo placer que este, haciendo que la mujer abandone el hogar y comience a ser promiscua. A propósito, también se considera una medida precautelar para que no sientan atracción por alguien de su mismo género (González, 2011).   

 

Pero el rasgo social con el defecto de estandarizar a la mujer, empieza desde la memoria histórica. En un inicio esta práctica era perteneciente al Antiguo Egipto, aunque no hay una certeza absoluta, de esta manera se empezó a promover de manera tradicional por toda África. Es esencial contrastar que no es necesariamente un acto religioso, es más un sustento de comportamiento contractual que se fue extendiendo. Se ha querido ligar la practica al islam, pero incluso culturas que no son musulmanas continúan con su “operación de genitales” (González, 2011).  

 

 A fin de que esta práctica sea “entendida” existen dos razones antropológicas. La primera es la parte sociocultural de la tradición; en donde inclusive es una ceremonia para el paso ritual de una niña al cuerpo de una mujer. Según varios mitos africanos, es de suma importancia la ceremonia porque es una especie de florecimiento a una vida de letanía en el hogar y una especie de endurecimiento para afrontar la vida. También es simplemente la señal de unión, pertenencia o cohesión durante la ceremonia porque de esta manera demuestran ser parte de la cultura (Bénédicte, 2008). En cuanto al rasgo psicosocial, tiene como objetivo el mantenimiento de la virginidad, o en su caso también propicia el valor de la fidelidad, de esta manera, tan perjudicial, ayuda a una mejor relación porque el marido siente más placer al saber que estéticamente no hay un clítoris de por medio.  

 

Cada vez es menos entendida la práctica dentro de las naciones occidentales; por ser una práctica casi sanguinaria, pseudo médica y sin saneamiento. Prevalecen en su mayoría la cliterodectomía y las escisiones. La cliterodectomía es practicada más en zonas urbanas, está estriba en la mutilación parcial únicamente del clítoris. Con lo previamente mencionado de las razones antropológicas, se refuerza que es una de las más practicadas debido la presión social. En cuanto a las escisiones son cuestiones ambiguas de zonas rurales, en que además de la mutilación del clítoris también se extirpan los labios menores. Subsistiendo en el designio de la exteriorización estética. Estas prácticas se realizan sin ningún tipo de anestesia y el procedimiento por lo general dura 20 minutos. Para su curación únicamente se coloca alcohol y se cierran las piernas hasta que cicatrice (Rodríguez, 2022).  

 

Como es una práctica médica que no tiene afirmaciones estatales para su curación o un lugar congruente y limpio para su esterilización, las consecuencias en la vida de una mujer pueden ser fatales. En algunos casos la operación puede salir tan mal que puede llegar hasta la muerte. A largo plazo se pueden dar hemorragias internas, o problemas del funcionamiento de la fertilidad. Sin dejar a un lado que también hay casos de afectaciones psicológicas por el estrés post-traumático (Mesplé-Somp, 2016). Aquí es donde entra la migración a países como España. Acudiendo de esta manera a un lugar donde las mujeres puedan sentir seguridad de ser atendidas, sin los tipos de discriminación que existen en su país de proveniencia.  

 

La migración muchas veces resulta en problemas internos del país al que acuden los migrantes. Pero desde el punto de vista de la ablación, es algo que configura un inicio a la visión crítica. Es decir, al migrar a un país se comprenden nuevos comportamientos sociales y manifestaciones políticas, lo cual abre un espectro de visión a una realidad diferente en el caso de las mujeres que han sufrido ablación. De esta manera, al regresar a su país se convierten en medios para el alcance de una sociedad que tome en cuenta sus opiniones; evitando así, que se queden en la idea de la normalización comprendida como “identidad social” (Mesplé-Somp, 2016). 

 

Dentro de un artículo de Amnistía Internacional se mencionan algunos casos relevantes. Por ejemplo, el caso de Mariame Sakho que pasó de ser cortadora, a una militante en contra de esta práctica, porque desde que Senegal la prohibió, se empezó a controvertir lo que se pensaba bajo el dominio masculino. Entonces más mujeres africanas empezaron a levantar su voz ante todas las limitantes que existen, porque saben realmente que todo es visto desde una visión patriarcal y que no por mantener tradiciones, deben quedarse varadas en lo que dictaminan los hombres (Gárces, 2023).  

 

En conclusión, además de ser solo un aspecto social de gran afectación y repercusión en la vida de una mujer, también se disemina a las ideologías patriarcales en una actualidad mediatizada, moderna y tradicional. Así, la discriminación, la segregación y la satanización del placer femenino se convierten en una costumbre. La ablación, en el Siglo XXI, demuestra que, pese a los esfuerzos sociales, aún es necesaria una desconcentración y deconstrucción ideológica, no solo de la zona africana sino de toda la sociedad.  

Bibliografía

  • Bénédict, L. (2008). Aproximación antropológica a la práctica de la ablación o mutilación genital femenina. Cuadernos electrónicos de filosofía del derecho, (17), 4. 
  • Edeso, M. (2022). La desigualdad de género tiene consecuencias en el desarrollo    de África. anesvad. https://www.anesvad.org/estapasando/consecuencias-desigualdad-de-genero-mujeres-africa/ 
  • Garcés, M., & Sakho, M. (2023). Siglo XXI y la mutilación genital femenina continúa vigente. Amnistía Internacional España. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/siglo-xxi-y-la-mutilacion-genital-femenina-continua-vigente/ 
  • González Henao, R. (2011). La ablación genital femenina en comunidades emberá chamí. Cadernos pag, 163-183. 
  • Mesplé-Somps, S. (2016). Migración y mutilación genital femenina. IZA World of Labor. 
  • OMS. (2020). Mutilación genital femenina. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/female-genital-mutilation 
  • Ontiveros, E. (2019). «Grité, grité, pero nadie pudo oírme»: qué es la mutilación genital femenina y en qué países se practica. BBC. https://www.bbc.com/mundo/noticias-47133238 
  • Oumar, R. (2021). Los derechos de las mujeres en África: el rol de las organizaciones de mujeres juristas en Senegal. IDEES. https://revistaidees.cat/es/los-derechos-de-las-mujeres-en-africa-el-rol-de-las-organizaciones-de-mujeres-juristas-en-senegal/ 
  • Rebollo, L. (2018). Prevención y actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina. Revista científica SANUM, 2(2), 32-43. https://revistacientificasanum.com/articulo.php?id=37 
  • Rodríguez, J. H. D., Reyes, Y. D., & Quiala, A. M. P. (2022). Abordaje biopsicosocial de la mutilación genital femenina en la Gambia. Humanidades Médicas, 22(2), 271-288. 
  • UNICEF. (2020). ¿Qué es la mutilación genital femenina?. Blog digital de UNICEF. 
Foto_Autora
Valeria Saltos

Estudiante de la Carrera de Derecho

Ganadora de concurso de Libro Leído organizado por el Municipio de Ambato 2023

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *